Critica de arte

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Diego Rivera

Diego Rivera: el artista que dio forma al muralismo mexicano

Diego Rivera es un ícono del arte posrevolucionario y sus murales marcaron una forma de hacer política en México

Diego Rivera

Diego Rivera nació en Guanajuato en 1886. A los diez años de edad, tuvo su primer acercamiento artístico cuando comenzó a tomar clases nocturnas en la Academia de San Carlos y posteriormente, fue becado para estudiar en España. A los 25 años, Diego Rivera se mudó a París donde conocería a los artistas más vanguardistas del siglo XX y fomaría parte del ambiente bohemio de la capitla francesa por unos años.

Mucho antes de ser conocido por sus murales, su obra transitó por vanguardias artísticas como el cubismo y el postimpresionismo coincidiendo con Picasso, Mattise, Modigliani y otros artistas de la época.

No obstante, fue en 1921 cuando los ecos de la revolución que abrían paso a un gobierno en busca de identidad nacional trajeron de vuelta al país a Diego Rivera, donde la gestión de la Secretaría de Educación a cargo de José Vasconcelos impulsó el muralismo mexicano y con él, catapultó su carrera como uno de los nombres más importantes en el arte nacional.

Diego Rivera

Diego Rivera y Frida Kahlo

El muralista conoció a la también artista Frida Kahlo en 1929 y ambos influyeron en la producción artística del otro de forma decisiva. Desde entonces y hasta la muerte de Kahlo en 1954, los artistas mantuvieron una relación tormentosa, en la que Diego Rivera fue señalado en distintas ocasiones de haber sido infiel a la pintora surrealista. Su relación es una de las más icónicas y estudiadas en la historia del arte.

Obras más famosas de Diego Rivera

Diego Rivera es uno de los pintores mexicanos más reconocidos y sus obras forman parte de las pinturas más famosas y reconocidas en el imaginario mexicano. Te presentamos las indispensables:

Epopeya del pueblo mexicano

Uno de los murales más famosos de Diego Rivera se encuentra en las escaleras principales de Palacio Nacional. Esta ambiciosa obra con decenas de personajes iniciada en 1954, plasma la Historia de México desde la perspectiva del pintor y activista.

Cronológicamente, el fresco inicia a la derecha, en la época prehispánica, con escenas del modo de vida de los pueblos nahuas, pirámides y su cosmovisión. Posteriormente aparecen los conquistadores y el sometimiento de los pueblos originarios, la encomienda, el trabajo forzado y la evangelización.

Los murales de Diego Rivera en Palacio Nacional están basados en la historia de México y las culturas antiguas.

En la parte alta del centro del mural aparece el movimiento de Independencia de México con personajes como Miguel Hidalgo, Agustín de Iturbide, José María Morelos mientras que a su derecha la Reforma y división de la iglesia y el Estado hasta finales del siglo XIX.

Al centro y la izquierda de la cara frontal, Diego Rivera plasmó la Revolución Mexicana, su lado más popular con Magón, Zapata y Villa; el movimiento que inició Francisco I. Madero, el destierro de Porfirio Díaz y otros personajes posrevolucionarios que vivieron en la misma época del pintor.

Finalmente, el ala izquierda representa estallidos sociales, huelgas obreras y el levantamiento de los sectores menos favorecidos en el siglo XX, todo en sintonía con la ideología comunista de Diego Rivera.

 El hombre controlador del universo

En 1933, Diego Rivera fue comisionado para pintar un mural en el Rockefeller Center de Nueva York. La idea original del artista era plasmar las diferencias entre las dos ideologías y sistemas económicos que definieron‘ el siglo XX: el capitalismo y el socialismo.

En el centro, un obrero controla una enorme máquina que parece ser un átomo, una alegoría a la potencialidad de transformar la realidad y el avance de la ciencia y tecnología de entonces.

En una forma elíptica de las órbitas del átomo aparece el mundo microscópico con bacterias, virus y células imposibles de ver a simple vista, mientras que en la otra aparece el macroscosmos representado por planetas, estrellas, galaxias y nebulosas que dan una visión del mundo a escala universal.

A la izquierda, aparece Charles Darwin representando la eugenesia con una radriografía de un cráneo humano, así como la represión policial de una protesta y un ejército armado con aviones de guerra, todo como una crítica al capitalismo; mientras que a la derecha aparece el lado opuesto: el Ejército Rojo, un movimiento de obreros, la cabeza de una escultura decapitada y Marx, Trotsky y Lenin cerca de la escena principal.

Este último gesto disgustó sobremanera a Nelson Rockefeller y después de una ríspida negociación, el magnate decidió borrar el mural del edificio neoyorquino.

Un año más tarde, Diego Rivera volvió a darle forma al mural que había pintado originalmente en Nueva York, pero esta vez en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, donde es posible encontrarlo en la actualidad.

Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central

En 1947, Diego Rivera pintó una de sus obras más reproducidas y celebradas. En “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, el artista se pintó a sí mismo como un niño de la mano de La Catrina mientras da un paseo por la Alameda, un punto clave en el corazón de la Ciudad de México.

En esta obra aparecen personajes como su esposa Frida Kahlo, José Guadalupe Posada , Hernán Cortés, Sor Juana Inés de la Cruz, Benito Juárez, Maximiliano de Habsburgo, Francisco I. Madero, además de políticos y artistas de la época.

La universidad, la familia y el deporte en México

De 1952 a 1954, Diego Rivera dirigió la creación del mural de la cara este del Estadio Olímpico Universitario. Este relieve representa a la familia a través de tres personas, el deporte con dos personas uniformadas que prenden una antorcha olímpica y el águila mexicana y el cóndor de los Andes, las aves que también forman parte de la criatura bicéfala que aparece en el escudo universitario.

Debajo de la escena, Quetzalcóatl aparece rodeado de mazorcas de maíz. Este mural está formado con piedras naturales de colores, de ahí que a más de medio siglo de su creación mantenga su pigmentación natural.

Diego Rivera y la arquitectura

En 1942 y con ayuda de Juan O’Gorman, arquitecto funcionalista poderosamente influenciado por el concepto de integración orgánica al paisaje de Frank Lloyd Wright, ambos dieron forma al que originalmente fue pensado como un rancho a las afueras de la ciudad y un sitio donde mostrar la colección de arte precolombino de Rivera y Kahlo. El Museo Anahuacalli abrió sus puertas en 1964 y hoy es un Centro Cultural y Casa-Museo.

Diego Rivera también colaboró activamente en el proyecto urbanístico que dio forma a Jardines del Pedregal al sur de la Ciudad de México. En 1945, el pintor publicó “Requisitos para la organización del Pedregal”, un documento donde estableció las bases para iniciar un proyecto de urbanización que ante todo respetara la belleza natural, la roca volcánica y las especies endémicas de la región. https://www.admagazine.com/cultura/diego-rivera-el-artista-que-dio-forma-al-muralismo-mexicano-20200404-6670-articulos

Por Alejandro I. López, 2020

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